Siguiendo nuestra habitual costumbre de ofreceros los análisis más completos de equipo Full HD, este mes le toca el turno a la actual propuesta “top” de Yamaha, un soberbio receptor/amplificador integrado de A/V llamado DSP-Z11 que condensa más de dos décadas al servicio del procesado acústico y el Cine en Casa.
TECNOLOGÍA Y OPERATIVIDAD
Estrictamente hablando, el DSP-Z11 es una electrónica integrada de 11.2 canales (o, como les gusta decir a sus creadores, de 7.2 canales con 4 canales de presencia extra) equipada con un imponente repertorio de innovaciones en audio, vídeo y conectividad. Con una estética que todavía consigue seducir gracias a su pureza de líneas y a su perfeccionismo constructivo (la estructura mecánica de nuestro invitado es cosa fina ya que combina varios cuadros de forma rectangular -más uno en “H” que alberga el enorme transformador de alimentación- con disipadores térmicos de alta eficiencia y un chasis de 1'6 mm de grosor… todo ello en metal, por supuesto), el DSP-Z11 es un producto genuinamente destinado a los aficionados para los que Cine en Casa equivale a descodificación de sonido envolvente de alta resolución (es decir virtualmente sin compresión) e imágenes en formato cinematográfico verdadero o, como mínimo, 1080p.
Uno de los aspectos que me han resultado más gratos del DSP-Z11 es el empeño puesto por sus diseñadores en la obtención de un sonido lo más natural posible. Ello se materializa en el uso combinado de la topología ToP ART de Yamaha y un esquema que favorece la entrega de corriente (que, sin ser “krelliana”, permite que la salida con cargas de 4 ohmios supere en un 70% a su homóloga sobre 8 ohmios), a lo que hay que sumar detalles como la optimización de la conexión a masa (en concreto, están conectados directamente a la fuente de alimentación para evitar que se produzcan degradaciones en las señales de bajo nivel) de los convertidores D/A (Burr-Brown DSD1796 para ser exactos), el uso de circuitos de sincronismo y enganche de fase (PLL) con bajo nivel de “jitter” y componentes de gran clase (condensadores de bloqueo de 27.000 uF hechos a medida, terminales de conexión a cajas bañados en oro), amplificadores operacionales de alta precisión firmados por Burr-Brown, diodos de barrera Shottky y un sofisticado control de volumen variable que optimiza en todo momento la relación señal/ruido. A todo esto hay que añadir la minimización de los trayectos recorridos por la señal de audio, que en conjunción con la completa separación de la circuitería pertinente de su homóloga de vídeo asegura un sonido libre de interferencias. Hay también otra solución técnicamente elegante y sofisticada cuya influencia sobre la calidad sonora final no tengo clara: el uso de realimentación -aunque de corriente- en todos los canales. Por otro lado, en la circuitería digital se utiliza un convertidor CC/CC de alta eficiencia y un transformador de grandes dimensiones, mientras que en la analógica se ha incorporado un diseño de bajo ruido.
A PRUEBA
Conecté el DSP-Z11 a un sistema de cajas acústicas "7.1" (y por tanto con un solo subwoofer pese a que personalmente siempre pondría dos) de la serie GS de Monitor Audio, un reproductor de Blu-ray Pioneer BDP-LX70A y un videoproyector InFocus IN83 utilizando cables van den Hul en cajas, AudioQuest en modulación y Supra en HDMI. Por suerte, el sistema Advanced YPAO ("Yamaha Parametric Room Acoustic Optimizer") funciona que es un portento (frecuencia de corte ajustable en incrementos de un tercio de octava más ganancia y factor Q también ajustables) aunque, de nuevo, también aquí uno se puede entretener realizando medidas en uno, dos o -mejor- las tres posiciones permitidas por la base de sujeción del micrófono de calibración (ambos suministrados de serie). Cargué el Blu-ray Ratatouille, el DVD Stealth y el CD Still Live del Keith Jarrett Trio y, sinceramente, hay que reconocer que la espaciosidad limpia y abierta que procura el Yamaha es casi de otro mundo. El aparato, cuya circuitería de tratamiento de señales de vídeo funciona a la perfección con los discos DVD (con los Blu-ray lo mejor es dejarlo todo tal cual), consigue realmente -insisto: realmente- conseguir la anhelada inmersión del oyente en la acción que transcurre en la pantalla. La naturalidad de los timbres es digna de elogio aunque en algunas grabaciones la zona media/alta del espectro posee un punto de aspereza que personalmente achaco a la obsesión de los "japos" por utilizar de manera sistemática realimentación con el fin de reducir la tasa de distorsión. En lo que a "cantidad" se refiere, el Yamaha exhibe una contundencia notable aunque hay que cuidar tanto la sensibilidad como la curva de impedancia de las cajas acústicas utilizadas, en particular si la sala en la que se realiza la escucha es generosa (más de 30 m2 en la que yo utilicé, de 21 m2, la presión obtenida era más que suficiente para convencer al más escéptico).
CONCLUSIÓN
Debo reconocer que tanta parafernalia de ajustes impone pero a la vez es una condición indispensable para que un aparato como el DSP-Z11 sea percibido como un producto de auténtica referencia. La verdad es que las carencias son prácticamente inexistentes (se echa en falta una pantalla de visualización más generosa en el mando a distancia principal) pese a que el papel de los canales de presencia puede ser discutible en ciertas aplicaciones. Por lo demás, el Yamaha Z11 es un “Fuera de Parámetros” incuestionable.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
POTENCIA 140W X 7 CANALES
RESP. FRECUENCIA 10-100.000 HZ
ENTRADAS HDMI 4 (1.3A)
SALIDAS HDMI 2 (1.3A)
DIMENSIONES 435 X 210 X 497 MM
PESO 34 KG
PRECIO 4.999 €
DISTRIBUIDOR GAPLASA